La mencionada fiesta de las asociaciones jacobeas tendrá lugar en las campas cercanas a San Adrián mediante una misa a las 10,30 horas y, posteriormente, una «kalegira» y degustación de productos del país. Las inscripciones puede realizarse en cada una de las asociaciones referenciadas.
El enclave de San Adrián se ha dilatado durante miles de años, como prueba de la importancia de este lugar de paso. Según las excavaciones realizadas (principalmente por la Sociedad de Ciencias Aranzadi) en el Paleolítico superior ya hubo grupos de cazadores-recolectores viviendo en esta cueva, la cual era utilizada como refugio habitual. Posteriormente, la existencia como asentamiento en la época romana, fue, al parecer, mucho más escaso.
Pero llega el período medieval y el emplazamiento de San Adrián adquiere una gran importancia para controlar el paso entre el Reino de Navarra y el de Castilla, sobre todo para los castellanos que cobraban tasas por individuo y mercancías; al ser usado como itinerario de camino hacia Francia y en sentido contrario a Castilla. La mejora de la calzada y la construcción de una posada dentro del propio túnel consolidó el paso por San Adrián y se convirtió en uno de los principales trayectos de mercaderías desde la costa guipuzcoana y, también, en una alternativa atrayente en los caminos de peregrinación hacia Santiago de Compostela; aunque, también es necesario señalar que la ruta también fue aprovechada por los maleantes y ladrones que utilizaban las escarpadas cumbres para ocultarse y asaltar a los viajeros o a los propios ganaderos.
Años después, a finales del siglo XVIII, el panorama cambia al abrirse otro paso de la montaña por el puerto de Arlabán, más asequible y menos peligroso a los asaltos de los ladrones; todo ello propicia la decadencia del Túnel de San Adrián, sobre todo a partir del incendio ocurrido en 1915, que resultó el revés definitivo para que el emplazamiento quedase definitivamente deshabitado.
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